11 de marzo de 2021, Roma - Como la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), los conflictos y las crisis relacionadas con el clima impulsan la agudización del hambre, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) está tratando de obtener 1 100 millones de USD en 2021 para salvar la vida y los medios de subsistencia de algunas de las personas más afectadas por la inseguridad alimentaria del mundo.
En 2021, la
FAO está tratando de llegar a más de 48,9 millones de personas que dependen de la agricultura para su supervivencia y sus medios de vida, a través de intervenciones dirigidas a impulsar la producción local de alimentos y mejorar la nutrición, a la vez que refuerzan la capacidad de las comunidades de hacer frente a las crisis y de recuperarse, así como a prestar apoyo para los medios de vida después de catástrofes a fin de ayudar a las personas a reanudar la producción.
Según los datos más recientes de la FAO, los países uno tras otro han registrado nuevas cifras de inseguridad alimentaria y se estima que el número total de personas que en 2020 padecieron inseguridad alimentaria aguda en grado de crisis o peor superará el punto máximo de 2019, que se situó en 135 millones de personas. En el
Informe de activos de final de año de 2021, que publicará la
Red mundial contra las crisis alimentarias en abril, se subrayará la gravedad de la situación.
"Las perturbaciones del año pasado se dejarán sentir a lo largo del 2021 y más adelante, y debemos ampliar urgentemente las medidas necesarias para evitar llegar a la peor de las hipótesis" dijo el Sr. Dominique Burgeon, Director de la Oficina de Emergencias y Resiliencia.
Los 30 millones de personas que se estima se encuentran en la fase 4 de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases o que padecen hambre aguda en grado de emergencia, y que ya están experimentando un exceso de mortalidad y la pérdida irreversible de activos vitales de subsistencia, son motivo de preocupación extrema.
Cientos de miles de niñas, niños, mujeres y hombres se encuentran en situación de riesgo extremo de padecer inseguridad alimentaria aguda en varios países. Muchos de ellos viven en zonas en conflicto donde el acceso de la asistencia humanitaria es limitado o difícil.
"Millones de personas viven al borde del precipicio y cualquier tensión o perturbación puede provocar un rápido empeoramiento de su situación. Con o sin declaraciones de hambruna, debemos actuar ahora", añadió el Sr. Burgeon.
Muchas personas dependen de la agricultura para proteger su vida y su subsistencia
La agricultura es decisiva, ya que casi cuatro de cada cinco personas viven en zonas rurales y dependen de alguna forma de la producción agrícola para su subsistencia. La manifestación más grave del hambre aguda sigue siendo un fenómeno principalmente rural, por consiguiente, se debe empezar a evitar la hambruna en las zonas rurales y se han de adoptar medidas colectivas a gran escala para salvar medios de subsistencia y vidas.
La FAO ya ha prestado un apoyo decisivo para proteger los medios de vida de más de 24 millones de personas de las consecuencias socioeconómicas de la COVID-19. Las operaciones de control de la langosta del desierto también han tenido repercusiones en el Gran Cuerno de África y el Yemen, donde la FAO ha protegido más de 3,1 millones de toneladas de cereales, por valor de 939 millones de USD, que son suficientes para alimentar a más de 20,8 millones de personas durante un año y proteger más de 1,5 millones de hogares pastorales.
Con el apoyo de la FAO, las personas afectadas pueden disponer de los medios y la capacidad para producir los alimentos necesarios para evitar el hambre aguda.
La FAO dirige la asistencia a las personas que padecen inseguridad alimentaria aguda
La respuesta de emergencia de la FAO en 2021 se centrará en prestar asistencia a las comunidades que se encuentren en una situación de gran inseguridad alimentaria en más de 30 países, como Etiopía, la República Árabe Siria, la República Democrática del Congo, Somalia, Sudán del Sur y el Yemen.
El Yemen está sufriendo la peor crisis humanitaria del mundo a consecuencia del conflicto y el colapso de la economía. Los agricultores también han tenido que lidiar con la plaga de la langosta del desierto y con catástrofes naturales. La FAO tiene como objetivo llegar a 6,3 millones de personas con intervenciones de alto impacto que combinan el apoyo en efectivo y el apoyo para los medios de vida agrícolas y que promueven la resiliencia de las comunidades.
En la República Árabe Siria, 12 millones de personas se beneficiarán de recuperar los medios de vida y las cadenas de valor agrícolas, mientras que, en Etiopía, la Organización pretende prestar asistencia a 6,7 millones de personas que padecen hambre aguda, así como a otros 6 millones de personas en Sudán del Sur a fin de mejorar su seguridad alimentaria, resiliencia y producción agrícola.
Consciente de que el seguimiento minucioso y la agilidad son esenciales para prevenir un rápido empeoramiento, en 2021, la FAO seguirá ampliando las medidas preventivas vinculadas a las alertas tempranas para proteger los medios de vida antes de que se produzca una catástrofe.
En palabras del Sr. Burgeon, "seguiremos invirtiendo en las personas más vulnerables y sus medios de vida para que puedan ser los artífices de su futura recuperación y así salir del hambre aguda".