Mayor apoyo a los agricultores afganos afectados por conflictos y desastres naturales

Las familias campesinas vulnerables reciben asistencia para sus medios de vida de un nuevo proyecto de la FAO financiado por el Fondo Humanitario para Afganistán

“El impacto de la sequía de 2018 y de las inundaciones de 2019, agravadas por el prolongado conflicto, ha sido devastador para los pequeños campesinos” aseguró Rajendra Aryal, Representante de la FAO en Afganistán.

©Photo: ©FAO/Freshta Ghani

19/11/2019
19 de noviembre de 2019, Kabul/Roma - El Fondo Humanitario para Afganistán (AHF) ha contribuido con 9,5 millones de dólares EEUU a un proyecto dirigido por la FAO para aumentar la resiliencia de los agricultores afectados por conflictos y desastres naturales en 16 de las provincias con mayor inseguridad alimentaria de Afganistán, según anunciaron hoy ambos socios.

Más de 10 millones de personas en Afganistán se enfrentan ahora a una grave inseguridad alimentaria aguda y necesitan ayuda humanitaria urgente, según un informe publicado la semana pasada por la iniciativa de Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF).

El nuevo proyecto de la FAO trabajará para aumentar la resiliencia frente a futuras crisis de más de 660 000 personas pertenecientes a casi 100 000 hogares cuyos medios de subsistencia se han visto afectados por conflictos y catástrofes naturales, a través del suministro de insumos agrícolas esenciales, en particular semillas de trigo mejoradas y certificadas, fertilizantes y capacitación sobre prácticas agrícolas mejoradas.

Esto permitirá a las familias de pequeños agricultores sumamente vulnerables cultivar trigo durante la próxima temporada agrícola y contribuirá a aumentar los rendimientos, reforzando la autosuficiencia alimentaria de la población y generando excedentes que podrán utilizarse como existencias de semillas o venderse con beneficios. El Fondo Humanitario está administrado por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA) bajo la dirección del Coordinador de Asuntos Humanitarios.

"El impacto de la sequía de 2018 y de las inundaciones de 2019, agravadas por el prolongado conflicto, ha sido devastador para los pequeños campesinos, ya que les ha impedido cultivar grandes parcelas de tierra o hacer acopio de los excedentes de semillas para utilizarlos en futuras plantaciones. También ha afectado a los mercados locales. Esto significaba una disponibilidad nula o escasa de variedades locales o mejoradas de semillas en las comunidades", aseguró Rajendra Aryal, Representante de la FAO en Afganistán.

"Esta ayuda del Fondo Humanitario restablecerá el acceso de los agricultores en situación de inseguridad alimentaria a semillas certificadas para la próxima temporada, protegiendo sus medios de subsistencia y la principal fuente de alimentos e ingresos para sus familias. La FAO está muy agradecida al AHF por este apoyo tan importante", añadió.

En el marco del proyecto, cada familia beneficiaria recibirá insumos suficientes para plantar alrededor de media hectárea de trigo, lo que le permitirá cultivar y cosechar más de 900 kg del cereal, que es un alimento básico. Esto sería suficiente para cubrir las necesidades de consumo de sus hogares durante un año, así como para generar excedentes.

En total, se espera que las distribuciones de la FAO apoyadas por el Fondo Humanitario den como resultado una producción bruta total de 113 200 toneladas de trigo en 2020.

La FAO implementará la distribución y capacitación en estrecha colaboración con las ONG socias del Grupo de Seguridad Alimentaria y Agricultura y el Ministerio afgano de Agricultura, Riego y Ganadería (MAIL) en las provincias de Badakhshan, Kunduz, Faryab, Sar-i-pul, Samangan, Daikundi, Nimroz, Nuristan, Helmand, Kandahar, Bamyan, Badghis, Farah, Herat, Ghor y Wardak.

"Los agricultores son fundamentales para garantizar la producción alimentaria en Afganistán y, sin embargo, tienen un acceso limitado a semillas de buena calidad y a otros insumos agrícolas esenciales", advirtió Toby Lanzer, Coordinador de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas en Afganistán. "Esta asignación a la FAO y sus asociados -añadió- llega en un momento crucial y protegerá los medios de subsistencia de los agricultores y les permitirá cultivar trigo durante la temporada en curso, lo que es vital para luchar contra la inseguridad alimentaria generalizada que está afectando a tantas personas vulnerables".

Las pequeñas explotaciones agrícolas, clave para la seguridad alimentaria, pero muy vulnerables

Alrededor del 70 por ciento de los afganos dependen de la agricultura para su subsistencia, lo que hace que el sector sea fundamental para la reducción de la pobreza y la seguridad alimentaria. Al mismo tiempo, la mayoría de los campesinos del país son pequeños productores (67,5 por ciento) que trabajan en parcelas irrigadas, que oscilan en general entre 0,5 y 1,5 hectáreas.

Muchos pequeños agricultores de zonas marginales del país están atrapados en un círculo vicioso de pobreza e inseguridad alimentaria y de semillas. Su falta de acceso físico y económico a los insumos agrícolas, así como su elevado precio, suponen una gran parte del problema.

Los agricultores afganos se ven también afectados por la disminución de la fertilidad del suelo, lo que lleva a un aumento del uso de tierras marginales y frágiles. La sequía y las inundaciones relacionadas con el cambio climático son igualmente una amenaza creciente. A fin de aumentar la resiliencia de las comunidades y los ecosistemas ante la sequía, la FAO apoya también al Ministerio afgano de Agricultura en la formulación de una estrategia nacional de gestión del riesgo de sequía a largo plazo.
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Zhaorui Meng Oficial de prensa y Comunicación [email protected]