En esta entrevista de preguntas y respuestas, el Analista superior sobre la langosta del desierto de la FAO, Sr. Keith Cressman, y el Director de la respuesta a la langosta del desierto en África oriental de la FAO, Sr. Cyril Ferrand, examinan los progresos realizados en la contención de la amenaza que representa la voraz plaga en África oriental.
¿Cuál es la situación actual de la langosta en África oriental?
Sr. Cressman: Actualmente, los enjambres están reduciéndose rápidamente en todo el Cuerno de África gracias a las operaciones de control a gran escala organizadas por los gobiernos y apoyadas por la FAO durante los últimos 14 meses, así como por las escasas lluvias.
Los enjambres en Etiopía, Kenya y Somalia siguen siendo inmaduros y son cada vez más pequeños. Sin lluvias, no madurarán ni se reproducirán. La próxima estación húmeda, que se espera que sea más seca de lo habitual, debería contribuir a una reducción mayor de las langostas.
Por ello, existe un optimismo prudente de que el recrudecimiento de la plaga se desacelere en el Cuerno de África, especialmente si las escasas lluvias limitan la reproducción esta primavera y, después, se produce una escasez de precipitaciones durante el verano en el noreste de Etiopía y Somalia.
Sr. Ferrand: Yo añadiría que, en comparación con los gigantescos enjambres de 2020, el tamaño de los enjambres que están tratando actualmente los equipos gubernamentales va de unas pocas hectáreas a 30 hectáreas y contienen muchos menos insectos. Recordemos que el año pasado había un enjambre en el norte de Kenya que abarcaba unos 2 000 kilómetros cuadrados. Actualmente, las misiones diarias en Kenya se han reducido a una o dos al día como máximo, en comparación con las 20 que se llevaban a cabo en el pico del recrudecimiento de la plaga el año pasado.
¿Están diciendo que la crisis de la langosta ha terminado?
Sr. Cressman: ¡En absoluto! Con las condiciones adecuadas, la langosta del desierto es una bomba de relojería biológica. También son profesionales de la supervivencia y saben cómo gestionar las condiciones meteorológicas en un clima cambiante. Nos hemos sorprendido dos veces durante este recrudecimiento de la plaga por irregularidades meteorológicas que provocaron cantidades inusualmente abundantes de precipitaciones fuera de temporada y desencadenaron una explosión reproductiva.
Sería un error fatal reducir la respuesta ahora. Por el contrario, las misiones de vigilancia deberían aumentarse a fin de mantener los logros y detectar cualquier repunte en la actividad de las langostas, por si el clima se reserva alguna otra sorpresa. Debemos contar con el máximo número de equipos sobre el terreno buscando activamente infestaciones de langostas. Todos los equipos de control deben estar preparados para reaccionar. Si las tendencias actuales continúan, es posible que, quizás después del verano, las operaciones dejen de enmarcarse en el "estado de alerta alta".
Sr. Ferrand: Exacto. Se ha avanzado mucho. Pero vemos que los gobiernos de la región están decididos a preservar estos logros ahora que la población de África oriental está empezando a ver la luz al final del túnel. Actualmente, los países disponen de sistemas y equipos establecidos y están manteniendo un estado de preparación permanente.
¿Qué ocurre si las irregularidades meteorológicas provocan otra ola reproductiva?
Sr. Ferrand: Los países de la región están preparados. En un año han pasado de tener unos conocimientos especializados o capacidad muy escasos para abordar las invasiones de langostas del desierto a tener una preparación muy elevada. Por tanto, un resultado permanente de esta campaña conjunta es la gran mejora de la capacidad nacional de preparación y respuesta ante la langosta del desierto que beneficiará a África oriental en el futuro.
¿Cómo se abordan las preocupaciones medioambientales y de inocuidad asociadas a los plaguicidas utilizados para combatir la langosta?
Sr. Ferrand: En primer lugar, por supuesto que la FAO y los países afectados comprenden las preocupaciones relacionadas con el medio ambiente y la inocuidad. Este tema ha constituido una de las prioridades principales incluso antes de iniciar las operaciones de control.
Antes de llevar a cabo una operación aérea de control, se cartografía el entorno, incluidos los asentamientos, las masas de agua, la flora y fauna silvestres y las zonas de conservación, por ejemplo. Asimismo, se evalúan y tienen en cuenta la dirección y velocidad del viento. Si los enjambres están demasiado cerca de masas de agua o si por la dirección del viento se corre el riesgo de que los plaguicidas se desvíen hacia masas de agua, se cancela la operación. La pulverización se ha realizado principalmente en tierras áridas, evitando posibles filtraciones a sistemas hídricos. En muchas ocasiones, las operaciones han tenido que abortarse debido a que no se cumplían las condiciones adecuadas.
Sr. Cressman: La gestión de la langosta del desierto con miras a evitar plagas es uno de los mandatos originales de la FAO desde su fundación en 1947, por lo que contamos con una dilatada experiencia en esta difícil cuestión.
A lo largo de los años, la FAO y varios asociados que trabajan en la gestión de la langosta del desierto han elaborado protocolos normalizados de actuación para orientar la planificación y la ejecución de las campañas de lucha. La aplicación de las mejores prácticas requiere una determinación exacta del objetivo, una pulverización de precisión y un seguimiento estrecho, de forma que en las operaciones de control se apliquen los plaguicidas de manera responsable, eficaz e inocua. Los equipos de control emplean formulaciones de volumen ultrabajo y de gran precisión, y siguen una serie de protocolos y mejores prácticas habituales. Estas son las recomendaciones que hemos formulado claramente desde el primer día.
¿Existen alternativas?
Sr. Cressman: Está ampliamente aceptado que la única estrategia eficaz para responder a un recrudecimiento de la plaga de la langosta del desierto de esta magnitud es una que emplee plaguicidas autorizados. Simplemente no existe otra forma de hacerlo, y las consecuencias de la inacción en términos de destrucción de cultivos alimentarios y pastizales en una región que ya sufre niveles elevados de inseguridad alimentaria son inaceptables.
Sí, los plaguicidas químicos empleados en las operaciones de control pueden suponer riesgos para la salud humana y animal, pero estos riesgos se pueden gestionar tomando las medidas de precaución necesarias y siguiendo de manera estricta los métodos de aplicación correctos.
Las alternativas biológicas existen, pero puede que no estén disponibles en las cantidades necesarias y que no sean lo suficientemente rápidas cuando los enjambres son tan extensos. Por cierto, la FAO y nuestros asociados gubernamentales emplearon plaguicidas biológicos en el recrudecimiento actual de la plaga, cuando las circunstancias hicieron viable el uso de esta solución más lenta.
Por otro lado, se está llevando a cabo una amplia investigación sobre control biológico y otros medios de control no químico de las langostas. El enfoque actual se centra en los patógenos y los reguladores del crecimiento de los insectos. Hasta el momento, el control mediante depredadores naturales y parásitos es limitado, pues las langostas se multiplican rápidamente durante los recrudecimientos y llegan a superar en número a sus enemigos, los enjambres migran con facilidad a otro lugar, dejándolos atrás.
Sr. Ferrand: Solo me gustaría añadir que hemos trabajado estrechamente con los equipos gubernamentales para proporcionar capacitación sobre las mejores prácticas. Se distribuyeron unos 4 000 folletos y manuales de capacitación en toda la región tras la exposición de los usuarios y actores a los procedimientos normalizados de actuación. Se han realizado evaluaciones del impacto ambiental. Una asociación en la que participaban la FAO, otros organismos de las Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales regionales ha elaborado material informativo comunitario en varios idiomas locales en relación con la inocuidad y las mejores prácticas. Se han difundido ampliamente materiales como pósteres, anuncios de radio, folletos, animaciones y mensajes de texto.
De nuevo, comprendemos plenamente la preocupación. Todas las preocupaciones o informes de las comunidades se han estudiado detenidamente y nos complace informar que no nos hemos enfrentado a incidentes medioambientales o de salud en la región. No obstante, también quisiera señalar lo que estas operaciones han logrado con respecto a evitar sufrimiento humano. Las operaciones de control de la langosta evitaron la pérdida de 4 millones de toneladas de cereales y 790 millones de litros de producción de leche, protegiendo así la seguridad alimentaria de 34,2 millones de personas y evitando pérdidas de cereales y leche por valor de 1 540 millones de USD.