La FAO exhortó en la Comisión de las Naciones Unidas de Población y Desarrollo a que se tomaran medidas que propiciaran unas modalidades de consumo y producción responsables
Secado de tomates en Egipto.
©Photo: ©FAO/Heba Khamis
14 de mayo de 2021, Roma - En señal de que, cada vez más, la seguridad alimentaria y la nutrición se consideran vectores fundamentales del desarrollo sostenible, la Comisión de las Naciones Unidas de Población y Desarrollo aprobó una resolución que posiblemente enriquezca y avive los debates en la próxima Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios.
Tanto el acuerdo como el informe del Secretario General de las Naciones Unidas dirigido a la Comisión abarcan una amplia variedad de temas -que van desde la necesidad de que las dietas saludables resulten asequibles para todos y la importancia de garantizar oportunidades de ingresos para todos aun cuando las transformaciones de las industrias de gran densidad de capital puedan reducir la necesidad de los tipos de profesiones y mano de obra actuales hasta la detención de los flujos financieros transfronterizos ilícitos y la necesidad de asegurar que la gobernanza y la propiedad de los macrodatos beneficien a todos, en particular a los pequeños productores y las personas marginadas. La amplitud de temas muestra cuán compleja será la tarea de transformación de los sistemas agroalimentarios para que sean sostenibles.
"Los sistemas agroalimentarios constituyen la base del desarrollo sostenible", dijo a los delegados de la Comisión el Sr. QU Dongyu, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), a través de un mensaje de vídeo. Incluso antes de que la población mundial alcance la cifra prevista de 10 000 millones de personas en 2050, "los sistemas alimentarios ya están superando los límites planetarios de recursos clave", señaló, al tiempo que se refería a otros problemas, como las dietas no equilibradas que estaban provocando enfermedades tanto crónicas como infecciosas y la magnitud de las desigualdades que dificultaban el acceso a dietas saludables asequibles.
El Sr. QU exigió a la comunidad internacional que se centrara en medidas que favorecieran "modalidades de consumo y producción responsables para aliviar la presión sobre los ecosistemas, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar los efectos del cambio climático" y aplicara políticas que brindaran oportunidades de obtener ingresos, fomentaran la capacidad humana y complementaran los ingresos, cuando fuera necesario.
Los expertos técnicos de la FAO realizaron gran parte de las aportaciones para la elaboración de la resolución y el informe sobre población, seguridad alimentaria, nutrición y desarrollo sostenible del Secretario General de las Naciones Unidas, Excmo. Sr. António Guterres, dirigido a la Comisión. La aprobación de la resolución -en la que se hace principalmente hincapié en que la promoción de los sistemas alimentarios y la producción agrícola sostenibles, en particular las prácticas agroecológicas y otros enfoques innovadores, son fundamentales para la erradicación de la pobreza en todas sus formas y dimensiones- representa el primer acuerdo de la Comisión en cinco años, lo que indica un aumento de la convergencia entre los Miembros.
Algunas de las enseñanzas extraídas del informe del Secretario General de las Naciones Unidas
Se prevé que, a partir de 2020, el número de personas de 65 años en adelante aumente más del doble, hasta alcanzar 1 500 millones en 2050, lo que afectaría a la demanda de diversos tipos de alimentos y a las necesidades mínimas de energía alimentaria.
A escala mundial, solo el 19 % de los niños de entre 6 y 23 meses lleva una dieta mínima aceptable y únicamente la mitad cumple el número mínimo de comidas recomendado.
Desde 2012, la prevalencia mundial de la desnutrición ha seguido un camino similar al que la FAO, en su informe El futuro de la alimentación y la agricultura - Vías alternativas hacia el 2050, definió no como "lo que viene siendo habitual" -que ya resulta insostenible-, sino como la trayectoria "en el caso más desfavorable", asociada con el escenario de las "sociedades estratificadas", donde las desigualdades exacerbadas, el uso abusivo de los recursos naturales y el cambio climático alejan a los sistemas agroalimentarios de la sostenibilidad.
En muchos países de ingresos medios y bajos, el sector manufacturero no está desempeñando su función tradicional de absorción de la mano de obra desocupada debido al desarrollo agrícola ni aumentando la productividad. Más aún, los sectores manufactureros y agroalimentarios están a su vez haciendo un uso más intensivo de capital -mediante la robótica, la digitalización y la inteligencia artificial- que reduce la necesidad de trabajadores. Además, en muchos países de ingresos medios y bajos, el tamaño medio de las explotaciones ha ido disminuyendo. Todo esto pone en entredicho la aplicabilidad de la sabiduría convencional respecto de las tendencias de desarrollo y la transformación económica en general.
El mundo no va camino de erradicar el hambre para 2030 y el actual sistema alimentario mundial resulta insostenible desde el punto de vista medioambiental.
Es necesaria una transformación sostenible de los sistemas alimentarios y agrícolas a todos los niveles y en todos los países.
Por unas dietas saludables asequibles y accesibles para todos
El Director General de la FAO hizo hincapié en la necesidad de abordar y reducir al máximo las compensaciones recíprocas para poder aumentar la producción agrícola, al tiempo que se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, el estrés en los recursos naturales y la pérdida de puestos de trabajo.
En el informe del Secretario General se reconoce que las políticas que favorecen que el sistema alimentario sea más sostenible podrían provocar un encarecimiento de los alimentos si se tienen en cuenta todos los gastos de producción y consumo, en particular los relacionados con la degradación de los recursos y las emisiones de gases de efecto invernadero. La subida de precios que refleja estos efectos externos podría propiciar que los recursos disponibles se utilicen de forma más cuidadosa -y que no se desperdicien tantos alimentos-, pero podría dificultar el acceso económico de las poblaciones más pobres a los alimentos.
"Los sistemas alimentarios no pueden ser sostenibles per se" indicó el Economista superior Lorenzo Giovanni Bellù, coordinador en la FAO de la Red de previsiones estratégicas de las Naciones Unidas, durante la celebración del Grupo Técnico para presentar el informe del Secretario General de las Naciones Unidas dirigido a la Comisión de Población y Desarrollo. Señaló que todos los sectores económicos, no solo la agricultura, debían garantizar el acceso económico a alimentos nutritivos, inocuos y en cantidad suficiente para todos, que constituye una dimensión crítica de la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios. Los Miembros convinieron en que los gobiernos debían adoptar medidas específicas para la economía en su conjunto a fin de mejorar las oportunidades de generación de ingresos para las personas pobres.
Para reafirmar este mensaje, el Economista Jefe de la FAO, Sr. Máximo Torero, indicó claramente , durante su intervención en el Grupo de alto nivel de expertos de la Comisión de Población y Desarrollo, que el hambre y la pobreza no podían vencerse si no se reducían drásticamente las desigualdades a todos los niveles.
En el informe del Secretario General se señala asimismo que, para combatir todas las formas de malnutrición, será necesario adoptar medidas polifacéticas -en ámbitos que vayan desde la salud, la enseñanza y la agricultura hasta la protección social, la planificación y las políticas económicas- para desempeñar un papel activo, junto con los dirigentes políticos, a la hora de fomentar las medidas oportunas a nivel personal, familiar, comunitario, nacional y mundial.
"La FAO ayuda a los países a formular, revisar y aplicar las directrices dietéticas recomendadas en el informe del Secretario General", dijo la Oficial de nutrición de la FAO Ramani Wijesinha Bettoni, miembro del equipo que prestó asesoramiento durante la elaboración del informe. "Nuestro objetivo es asegurarnos de que las directrices dietéticas se elaboren desde la perspectiva de los sistemas alimentarios, brindando así a los países la opción de tener en cuenta alguna o todas las dimensiones de la sostenibilidad -sociocultural, medioambiental, económica y de la salud-".
La Comisión instó asimismo a los Estados y a la comunidad internacional a que apoyaran la inversión en sistemas de semillas de frutas y hortalizas, no únicamente de cultivos básicos -tales como los productos básicos medidos por el índice de precios de los alimentos de la FAO -, y utilizaran en mayor medida la diversidad vegetal, lo que incrementaría la producción de alimentos vegetales infrautilizados.
El Presidente de la Comisión de Población y Desarrollo, Excmo. Sr. Embajador Yemdaogo Eric Tiare (Burkina Faso) felicitó a la FAO por el apoyo técnico prestado a la Comisión en su 54.º período de sesiones, al tiempo que destacaba que había contribuido a sus buenos resultados.
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