La FAO y Bolivia instan a una acción mundial para salvaguardar los camélidos y su papel vital en el desarrollo sostenible

La Reunión regional sobre camélidos sudamericanos, organizada en Bolivia, pone de relieve la importancia cultural, social, económica y ecológica de estos animales y las formas de proteger y desarrollar el sector de los camélidos.

QU Dongyu, Director General de la FAO, se dirige a los asistentes a la Reunión regional sobre camélidos sudamericanos

©FAO/Max Valencia

16/09/2024

La Paz/Roma – La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reafirmó este lunes junto a Bolivia su compromiso con la protección y el desarrollo sostenible del sector de los camélidos, en el marco de la Reunión regional sobre camélidos sudamericanos que se celebra en el país andino con motivo del Año Internacional de los Camélidos 2024.

El evento, cuyo lema fue “Alimentar la vida, preservar el futuro”, subraya el liderazgo de Bolivia en la promoción de la importancia cultural, económica, ecológica y social de los camélidos sudamericanos, al tiempo que busca formas de proteger a los camélidos y sus hábitats, así como a las comunidades que dependen de ellos.

Bolivia encabezó la iniciativa de impulsar un Año Internacional para estos animales, que fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2017. La nación andina —junto con el Reino de Arabia Saudí— está desempeñando un papel fundamental en su celebración. El Año pretende sensibilizar sobre el papel integral que desempeñan los camélidos en la vida de las comunidades Indígenas, nativas y campesinas de más de 90 países, especialmente en las regiones desérticas y montañosas.

La FAO, como organismo principal de las Naciones Unidas para la celebración, inauguró el Año en su Sede en diciembre de 2023. El Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO, asistió a la sesión inaugural de la Reunión junto al Sr. Luis Alberto Arce Catacora, Presidente de Bolivia.

El Sr. QU destacó la importancia cultural y medioambiental de los camélidos reafirmando la necesidad de salvaguardar estas especies y los ecosistemas que habitan.

“A lo largo de 2024 hemos estado trabajando juntos para concienciar sobre el potencial de los camélidos, y aumentar la inversión en investigación y extensión para desarrollar el sector de los camélidos. Es fundamental que sigamos trabajando juntos después de 2024 para desarrollar de manera sostenible el sector, ya que tiene un potencial sin explotar para ayudar a avanzar en los esfuerzos mundiales para la consecución de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”, dijo.

En el encuentro estuvieron presentes el Sr. David Choquehuanca Céspedes, Vicepresidente de Bolivia, la Sra. Celinda Sosa Lunda, Ministra de Relaciones Exteriores, y el Sr. Juan Yamil Flores, Ministro de Desarrollo Rural y Tierras.

También congregó a gobiernos, productores de camélidos, organizaciones internacionales y expertos académicos para abordar los retos del sector de los camélidos. El evento sirvió de plataforma para fomentar la cooperación internacional e intercambiar conocimientos sobre prácticas sostenibles para proteger a los camélidos, sus hábitats y las comunidades que dependen de este recurso.

El papel fundamental de los camélidos en el altiplano andino

La iniciativa de Bolivia está vinculada estrechamente con varios ODS clave, en particular con la erradicación de la pobreza, la seguridad alimentaria, la igualdad de género, la gestión de los recursos hídricos y la acción climática.

En América del Sur en particular, los camélidos —como llamas, alpacas, vicuñas y guanacos—, han sido esenciales para las comunidades durante milenios, ya que aportan no sólo recursos económicos sino también valor cultural y simbólico. Los camélidos sudamericanos son parte integrante de las estrategias nacionales para reducir la inseguridad alimentaria, la malnutrición y la pobreza rural. En el altiplano andino hay unas 200 000 familias que crían y manejan estos animales. En Bolivia, por ejemplo, las llamas son una fuente vital de carne y lana. Pero a pesar del alto valor de muchos productos, el sector se enfrenta a retos sociales y económicos.

La labor de Bolivia se centra en la gestión sostenible de las especies de camélidos, que son cruciales en zonas con riesgo de desertificación y daños ambientales. Los camélidos están bien adaptados a estos frágiles ecosistemas, tienen repercusiones menores en el medio ambiente y ofrecen un pastoreo eficiente. Sin embargo, se enfrentan a amenazas como la pérdida de hábitat, la caza furtiva y el cambio climático. La Reunión regional ha pretendido abordar estos retos con soluciones innovadoras y estrategias de colaboración.

La FAO ha estado trabajando de diversas formas para apoyar la producción y ordenación de los camélidos en todo el mundo. En Bolivia, por ejemplo, la Organización  trabaja con el Gobierno y las comunidades locales para promover la gestión sostenible y equitativa de la fibra de alpaca.

Al promover la ordenación sostenible de estos animales, la FAO contribuye a conservar estos ecosistemas y a proteger los medios de vida de quienes dependen de ellos. El trabajo de la FAO con los camélidos es un componente esencial de sus esfuerzos más amplios encaminados a promover la ordenación sostenible de la ganadería y el desarrollo rural.

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