Género

Una mentora para las agricultoras en Azerbaiyán

Establecer vínculos entre las mujeres y mejorar los medios de vida a través de la capacitación y el apoyo de compañeras experimentadas

Olga Babayeva es una empresaria azerbaiyana y una firme defensora de las mujeres en la agricultura. La FAO la ha apoyado mediante capacitación para convertirla en mentora para otras mujeres que trabajan en la agricultura.

©FAO/Emil Yusubov

06/05/2022

Olga Babayeva, una agricultora de 52 años de la región de Samukh, en el noroeste de Azerbaiyán, es una empresaria ampliamente reconocida en su comunidad. Aparte de ser la mayor productora de semillas de hortalizas como la cebolla, el cilantro, el eneldo, el rábano y el perejil, también es conocida por su firme apoyo a la participación de las mujeres en la agricultura. 

La vida agrícola la atrajo desde pequeña, pues pasaba sus vacaciones de verano ayudando a sus padres a plantar hortalizas. En la década de 1990, tras el colapso de la Unión Soviética, una joven Olga de 19 años se convirtió en la primera joven agricultura de la aldea de Fuzuli cuando comenzó a alquilar una parcela de 10 hectáreas para cultivar remolacha.

“Pero no fue tan fácil”, afirma sonriendo Olga, que ahora cultiva un total de 14 hectáreas.

Durante más de 30 años se ha dedicado activamente a la agricultura más allá de la mera producción de cultivos. También gestiona la cooperativa de semillas de hortalizas Barakat (que significa “bendición” en azerí), con 1 400 miembros, y estableció la Corporación de Semillas y Hortalizas de Samukh, que garantiza análisis de laboratorio para la selección y el secado de semillas. Actualmente, la corporación vende semillas tanto en mercados nacionales como extranjeros.

“Al principio, afronté situaciones en las que los conductores de tractores (que generalmente eran hombres) rechazaban cultivar mi tierra solo porque era mujer, o los funcionarios del organismo gubernamental local desatendían mis solicitudes porque no aceptaban el hecho de que una mujer pudiera dedicarse profesionalmente a la agricultura”, recuerda Olga. “‘Tu lugar está en la cocina, no en el campo’, eso es lo que las mujeres escuchan muy a menudo”.

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