Agricultura de conservación en Kenya: superar la sequía y las malas cosechas
En Kenya, la FAO y la Unión Europea apoyan a las pequeñas campesinas para que produzcan más alimentos y obtengan más ingresos adoptando la agricultura de conservación (AC) y vinculando a los agricultores con los mercados.
© FAO / Luis Tato
Lucy Kigunda, de 48 años, pertenece al grupo de mujeres Ithondio en Imenti septentrional, en el condado de Meru, en la región central de Kenya. En fecha reciente, comenzó a plantar sorgo, un tipo de gramínea cultivado por su grano, que se usa como alimento, como pienso y también para la producción de etanol. Su tallo puede usarse como material de construcción y sus hojas como forraje para los animales.
"Antes de comenzar a plantar, pusimos en práctica lo que aprendimos. Es importante rotar los cultivos y dejar algunos de los residuos de la cosecha en el suelo para protegerlo y retener la humedad. Estas nuevas formas de trabajar nuestra tierra han mejorado nuestros rendimientos, y ahora tenemos una cosecha mucho mejor", explica Lucy.
La FAO capacita también a las agricultoras para que tengan un mejor acceso a la información y a los mercados, de modo que puedan vender sus cultivos a mayor precio y ser más autosuficientes.