Diversificar la dieta para combatir la malnutrición en la República Democrática del Congo
Al apoyar la salud de los niños desde sus primeros mil días de vida, la FAO refuerza de manera sostenible la seguridad alimentaria y la nutrición de las generaciones futuras y contribuye a lograr el #HambreCero.
Garantizar que los niños reciban una nutrición adecuada en sus primeros mil días de vida contribuye a reforzar su seguridad alimentaria en el futuro. ©FAO/Catherine Claude
En la profundidad de la selva ecuatorial de la República Democrática del Congo, la familia Iyenze cultiva hortalizas frescas en su huerto. Georgette, madre de ocho hijos, prepara unas gachas de maíz, soja, papaya y amaranto para que sus hijos reciban más nutrientes de los que necesitan.
Un conflicto intercomunitario obligó a Georgette y a sus hijos a vivir en un campamento en el bosque durante tres meses. Cuando regresaron a su aldea de Pelenge, en la provincia de Sankuru, tres de sus ocho hijos sufrían malnutrición grave. El saneamiento deficiente y el acceso limitado a alimentos nutritivos habían afectado su salud.
“Cuando regresamos a la aldea, mi hijo de dos años, Bokila, estaba muy débil. Sus brazos, piernas y cara se habían hinchado mucho”, explica Georgette. “Estábamos desesperados y no sabíamos dónde buscar ayuda”.
Los Iyenze son una de las muchas familias rurales a las que apoya ahora un proyecto de la FAO cofinanciado por la Unión Europea y el Gobierno de Bélgica. En la provincia de Sankuru, esta iniciativa está ayudando a reducir la inseguridad alimentaria y la malnutrición de las mujeres embarazadas y lactantes, así como de los niños menores de cinco años.