Empoderar a las mujeres rurales es clave para lograr la seguridad alimentaria
Las historias de Hanen Talbi, Sonia Mhamdi e Imen Chelbi.
© Nikos Economopoulos / Magnum Photo
Hanen es una bióloga de 25 años que vive en Ouled Taleb, Siliana, una de las muchas áreas del noroeste de Túnez afectadas especialmente por el desempleo, ingresos escasos y altas tasas de migración. Hanen viene de una familia rural pobre que invirtió en la educación de sus hijos como camino para salir de la pobreza.
Cuando comenzó en la región el proyecto de Movilidad Juvenil Rural de la FAO (Rural Youth Mobility, RYM por sus siglas en inglés), a Hanen se le presentó una nueva oportunidad: aplicar sus conocimientos académicos a la agricultura en su tierra natal.
Con el apoyo de proyecto RYM, Hanen ha iniciado su propio negocio de granja de aves de corral en libertad. El proyecto le proporcionó material para la cría de aves de corral, una incubadora para 500 huevos y el apoyo técnico necesario para iniciar su actividad.
“La FAO fue crucial para mi proyecto. Me permitió pasar de un sueño, de una idea, a algo concreto y real”, explica Hanen. Su plan es reinvertir sus ganancias actuales para expandir gradualmente su negocio. Esto le permitirá contratar a más personas en su granja y apoyar a su familia.