Alimentar a las generaciones futuras usando recetas del pasado
Recuperando tradiciones ancestrales para acabar con la malnutrición.
© FAO / Luis Gustavo Sánchez
En lo alto de las montañas Cuchumatanes de Guatemala, se está sirviendo el almuerzo en casa de la familia Torres. La madre, Catarina, coloca un plato humeante de empanadas en la mesa del comedor frente a sus tres hijas, cuyos ojos brillan de forma anticipada.
La receta proviene de un nuevo libro de cocina creado específicamente para las cerca de 2 000 familias del Triángulo de Ixil -en la región de Quiché- y se basa en el conocimiento ancestral y los cultivos indígenas autóctonos. Tras 36 años de guerra civil, las recetas que normalmente se transmitían de madres a hijas se perdieron, y los niveles de pobreza y malnutrición se dispararon. Los alimentos procesados habían reemplazado a las hortalizas y hierbas cultivadas localmente.
Un programa conjunto de la ONU para el desarrollo rural integrado liderado por la FAO, el PNUD y la OSP/OMS y financiado por el Gobierno de Suecia, apoya ahora a las familias rurales de la zona. Dentro de sus actividades, la FAO y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación de Guatemala (MAGA) iniciaron un programa de educación nutricional para recuperar las antiguas tradiciones culinarias con cultivos autóctonos ricos en nutrientes. Además de un libro de cocina de platos típicos de la región, el programa ofrece también formación para el cultivo de especies autóctonas y clases de cocina siguiendo las mejores prácticas nutricionales.
“Cuando era niña no tenía idea de que estas hierbas y hortalizas con las que hoy cocino siquiera existían”, señala Catarina, que se unió a un grupo de 17 mujeres de la comunidad para aprender más sobre cómo cultivar especies autóctonas de hierbas y plantas e integrarlas en la dieta de sus familias y que fuera lo más nutritiva posible.
El programa de educación nutricional ha marcado una gran diferencia para la familia esta madre de 37 años y para su comunidad en general. Las clases de cocina, el refuerzo del conocimiento nutricional y el apoyo técnico están ayudando a reducir todas las formas de malnutrición. Y el libro de cocina de Ixil ha ayudado a difundir el simple mensaje de que las hortalizas son saludables.