Género

Túnez recupera su futuro

La FAO aprovechó la ayuda de la Agencia Italiana para la Cooperación al Desarrollo para proporcionar a Sonia especias, un molinillo y lecciones de gestión empresarial.

Gracias al proyecto, Sonia Mhamdi ha cambiado la pobreza absoluta por una molienda de especias. Otros beneficiarios han recibido ganado y formación para convertirse en agricultores ecológicos. ©Nikos Economopoulos/Magnum Photos for FAO

23/07/2019

Sonia Mhamdi había hecho mentalmente el viaje a través del Mediterráneo. Pronto, estaría allí en carne y hueso, suponiendo que sobreviviera al viaje por mar. Cierto, estaría dejando atrás a sus tres hijos. Pero tal y como estaban las cosas, su presencia a su lado no les mantenía abrigados ni alimentados. Con su exilio lo lograría. Si tenía que llevar pan a la mesa, tendría que ser desde la distancia.

Ejemplo típico de las poblaciones semirrurales que se encuentran en el interior profundo de Túnez, la localidad de Sonia tiene dos nombres, pero pocas oportunidades. Conocida como Amdoun o Zahret Medien, es desde hace mucho tiempo un lugar de donde los jóvenes se marchan en lugar de uno a donde se mudan, ya sea viajando dos horas por carretera para llegar a la capital, o incluso más lejos.

En más o menos los últimos diez años, Túnez ha desarrollado una sociedad civil y una escena política activas. Los niveles de educación son relativamente altos. Pero el crecimiento económico ha tenido dificultades para despegar. La falta de trabajo es un lastre muy pesado. Las remesas de la emigración representan casi el 5% del PIB del país.

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