Los hombres y mujeres locales resultan esenciales para la prevención de incendios en Siria
Los bosques de Siria constituyen importantes fuentes de recursos, frutos comestibles, plantas medicinales y otros productos.
Un apicultor en un bosque de Siria [FAO/R. Faidutti]
Cuando el número de incendios forestales de la República Árabe Siria se quintuplicó en menos de 10 años, los investigadores observaron que los propios hombres y mujeres, principalmente al realizar actividades habituales, eran los causantes
Entre 1990 y 1999, el número de incendios forestales en Siria aumentó de 59 a 320, lo que suponía una amenaza para la supervivencia de la escasa cubierta forestal que quedaba en el país: un 2,4 %.
Los bosques de Siria son una importante fuente de nutrición e ingresos para las familias del medio rural. Las almendras y otros frutos comestibles son productos primordiales, la apicultura para la obtención de miel es una forma popular de generar ingresos adicionales y diversos productos forestales no madereros se transforman en medicinas, jabones y tintes.
Además de proporcionar una amplia variedad de productos, los bosques de la República Árabe Siria desempeñan una importante función en la lucha contra la desertificación, la protección de los suelos y el agua y la conservación de la biodiversidad local. Las lluvias posteriores a los grandes incendios sobre pendientes pronunciadas pueden arrastrar la capa superior de suelo fértil y poner en peligro la producción agrícola de los campesinos de los alrededores.
Una estrategia que incorpora las cuestiones de género
A medida que la FAO trabajaba con los gobiernos de la región para mejorar la prevención de incendios y la ordenación forestal, se hizo evidente que los esfuerzos por gestionar los recursos forestales de manera sostenible y proteger los medios de vida requeriría la participación directa de los hombres y mujeres de las comunidades locales.
El 95 % de todos los incendios forestales de Siria fueron causados por actividades humanas, principalmente tareas agrícolas realizadas por mujeres, como la quema de productos residuales de los huertos. Generalmente, los hombres eran los responsables de los fuegos intencionados, algunos de los cuales estaban relacionados con la demarcación imprecisa de lindes entre áreas forestales y tierras comunales y privadas.
Resultaba crucial tomar en consideración la importancia que las cuestiones de género tenían en los diversos usos del fuego y la ordenación de los recursos naturales, así como en la divulgación de información sobre medio ambiente.
En el marco de un proyecto financiado por Italia, puesto en marcha en 2004, la FAO comenzó a recopilar datos sobre los usos del fuego en función de la distribución por sexo y edad en la provincia de Latakia, cerca de la frontera con Turquía, y más tarde extendió el proyecto a las aldeas de otras provincias.
La información recopilada englobaba datos sobre los índices de alfabetización de los hombres y mujeres de las aldeas, los modos en que las personas recibían su información sobre el medio ambiente y las funciones desempeñadas por hombres, mujeres, niños y medios de comunicación en el fomento de la comprensión de las cuestiones medioambientales.
Ordenación de la tierra y seguridad alimentaria
La estrategia de gestión integrada de incendios forestales comprendía la mejora de las técnicas de ordenación de las cuencas hidrográficas y del uso de la tierra, como la captación de aguas y el mantenimiento de los cortafuegos. Además, los aldeanos aprendieron a producir fertilizantes orgánicos para recargar el suelo produciendo compost a partir de pequeñas ramas, gajos y plantas y fibras biodegradables.
La iniciativa también centro su atención en la seguridad alimentaria y las actividades para generar ingresos. En colaboración con organizaciones no gubernamentales de la zona, la FAO ofreció capacitación en materia de recolección, almacenamiento y comercialización de productos forestales no madereros como las setas y las plantas aromáticas.
En el marco de esta iniciativa, la FAO también capacitó a ingenieros, técnicos, guardas y trabajadores de las comunidades forestales en materia de prácticas y principios básicos de la gestión de los fuegos forestales: prevención, preparación, extinción y restauración.
La iniciativa se diseñó sobre la premisa de que un programa eficaz de prevención de incendios forestales debe contar con la participación de las personas de las comunidades más vinculadas a los bosques y que debe basarse firmemente en la ordenación sostenible de los recursos naturales y los medios de vida agrícolas.