Género

Promoción del empleo rural para los jóvenes de la Ribera Occidental y la Franja de Gaza

La creación de oportunidades laborales y el empleo decente para los jóvenes son los principales problemas de la Ribera Occidental y la Franja de Gaza. Los problemas son incluso mayores para las niñas. La FAO y sus asociados respondieron con una iniciativa

Los estudiantes de la Ribera Occidental aprenden sobre apicultura [FAO/F. Dalla Valle]

02/06/2010

Los jóvenes de la Ribera Occidental y la Franja de Gaza se enfrentan a numerosas dificultades en lo concerniente a la seguridad alimentaria y sus perspectivas de encontrar empleo. Las niñas, en particular, deben librar una dura batalla, puesto que la participación femenina en el mercado laboral se sitúa a solo el 15 %, uno de los índices más bajos del mundo.

Las cifras palestinas indican que el 36 % de la población entre 20 y 24 años y el 39 % entre 15 y 19 años está desempleada. Entre los jóvenes, el 46 % de las mujeres entre 20 y 24 años se encuentra sin empleo. No obstante, parece que la escolarización tiene un efecto positivo. El índice de desocupación para las mujeres con un mínimo de 13 años de escolarización es del 29 % mientras que para los hombres del mismo grupo, es del 14 %.

Un estudio monográfico sobre empleo rural de la FAO, Promoción del empleo y de la capacidad empresarial para jóvenes vulnerables en Cisjordania y la Franja de Gaza, preparado en colaboración con la Autoridad Palestina y el Organismo sobre Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (OOPS) , analiza el grado en que una iniciativa conjunta de diversos organismos ha reaccionado frente a las problemáticas que afectan a la juventud de la Ribera Occidental y la Franja de Gaza. También muestra cómo el proyecto contribuyó a crear capacidad de las mujeres locales a través de los grupos comunitarios.

Llegar a los jóvenes a través de la agricultura

En 2008, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en colaboración con sus asociados, puso en marcha un programa para las escuelas de campo y de vida para jóvenes agricultores. El programa de estas escuelas, que anteriormente había dado buenos resultados en diversos países africanos, aplicó un enfoque innovador para facultar a los jóvenes mediante la enseñanza de las aptitudes agrícolas y comerciales mientras se otorgaba prioridad al aumento de la autoestima y la creación de aptitudes necesarias para alcanzar una vida saludable y productiva.

Se estima que la agricultura es una fuente de empleo para al menos el 39 % de las personas empleadas en sectores no oficiales e n la Ribera Occidental y la Franja de Gaza, además de ser una fuente inmediata de nutrición para numerosas familias vulnerables.

Mediante la utilización del calendario agrícola como contexto, los niños y niñas aprendieron la importancia de aplicar prácticas agrícolas sostenibles y del medio ambiente. Asimismo, también recibieron lecciones relacionadas con la vida como el trabajo en equipo, el establecimiento de objetivos y el reconocimiento de la importancia de contar con un espacio personal para el crecimiento. Se alienta a los jóvenes a utilizar actividades culturales para mantener vivas las tradiciones locales.

Muchos de los niños y niñas (en total, 260 y 280, respectivamente) fueron elegidos entre las familias rurales o de la periferia y las familias agrícolas pobres, así como en escuelas con una elevada proporción de estudiantes pertenecientes a familias encabezadas por mujeres. Las escuelas proporcionaron un espacio social seguro en el que abordar las cuestiones de género que pueden surgir en relación con la sexualidad, la salud, la protección contra la violencia, los derechos de propiedad y otras esferas.

El programa de las escuelas de campo y de vida para jóvenes agricultores también trataron el tema de la protección infantil, el apoyo psicosocial, la nutrición, la educación y las aptitudes comerciales. Los estudiantes de estas escuelas se reunieron con clubes de jóvenes locales para seguir utilizando y ampliando sus aptitudes mediante asociaciones con el Ministerio de Educación y Educación Superior (MoEHE) , el Ministerio de Juventud y Deporte (MoYS) y la Youth Development Association (YDA).

Al final de la fase piloto de las escuelas de campo y de vida para jóvenes agricultores, en el bienio 2008-09, los estudiantes eran capaces de identificar cultivos, realizar inspecciones para detectar la aparición de plagas y proteger a las plantas de ellas. También fueron capaces de construir jardines de vegetales varios en zonas con acceso limitado al espacio o a la tierra. Las escuelas de campo y de vida para jóvenes agricultores produjeron toda la variedad de cultivos plantados y bien distribuyeron la producción entre los participantes, bien la vendieron con el fin de recaudar fondos para invertir en futuros proyectos de desarrollo.

En Hebrón, los egresados de estas escuelas pronto encontraron una fuente de empleo con los conocimientos prácticos adquiridos. Los estudiantes formados en materia de apicultura y procesamiento de la miel entraron a formar parte de una cooperativa y pronto comenzaron a compartir los beneficios de la misma.

El Ministerio de Educación y Educación Superior señaló que los estudiantes que participaban en un ciclo de 8 meses de duración de las escuelas de campo y de vida para jóvenes agricultores obtenían mejores resultados en el examen de final de curso que sus coetáneos no inscritos en dichas escuelas. Los profesores también registraron que durante el año académico 2008-09, estas escuelas eran uno de los programas extraescolares más exitosos.

Relaciones favorables para todos con las cooperativas de mujeres

Entre los problemas laborales a los que se enfrentan numerosas mujeres de la Ribera Occidental y la Franja de Gaza figura la falta de aptitudes personales, el acceso limitado a los recursos productivos como la tierra y el agua, y el control de los mismos. La iniciativa dirigida a los jóvenes de las escuelas de campo y de vida para jóvenes agricultores incentivó la participación activa de mujeres locales para que se beneficiaran de la capacitación a través de estas escuelas.

Existían 16 cooperativas de mujeres registradas en el Ministerio de Asuntos de la Mujer (MoWA) , que se encargaban de preparar y distribuir comidas para los jóvenes durante las clases en las escuelas de campo y de vida para jóvenes agricultores. También recibían formación en materia de nutrición, procesamiento de los alimentos, comercialización y otras aptitudes de parte de trabajadores de extensión capacitados por la FAO.

La propagación de esta idea

La FAO aumentó el número de estudiantes de las escuelas de vida y de campo para jóvenes agricultores y de las asociaciones de jóvenes agricultores durante el año académico 2009-10, y amplió la iniciativa para admitir a los refugiados palestinos de determinados campos de la Franja de Gaza, en colaboración con el Organismo sobre Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (OOPS).

La FAO y los ministerios participantes en la iniciativa dirigida a las escuelas de campo y de vida para jóvenes agricultores han debatido la extensión del programa a otras zonas rurales o afectadas por conflictos y la inclusión de actividades agrícolas en el programa nacional con el fin de aumentar las oportunidades para que los jóvenes locales se transformen en adultos jóvenes sanos, positivos y productivos.