Género

Las guardianas de la Reserva Forestal de Imataca en Venezuela (República Bolivariana de)

La concesión de tierras fue uno de los principales logros del proyecto. Sin embargo, para Cecilia, un resultado aún más importante fue el cambio de mentalidad en su comunidad.

Cecilia Rivas (en el centro) es “capitana“ de la comunidad Kariña y lidera un proyecto de restauración en la Reserva Forestal de Imataca, su lugar de origen.

©FAO/Jesús Contreras

27/10/2020

Son cerca de las cinco de la mañana, y la Reserva Forestal de Imataca se despierta con las voces de las mujeres Kariña. Se internan en la espesura de la selva en dirección al río Botánamo, para recoger agua para la jornada. Después, estas mujeres indígenas prepararán el “casabe”, una tortilla redonda hecha con harina de yuca, que acompañará lo que otros miembros de la tribu hayan conseguido cazar. Tras el desayuno, se dedican a su principal tarea del día: la gestión y conservación del bosque.

“Nunca he visto a mis hermanas indígenas tan motivadas, tan animadas por su trabajo... A pesar de todos los problemas que atraviesa nuestro país, estas mujeres han tomado la iniciativa para mejorar su propia comunidad”, asegura Cecilia Rivas, “capitana” del grupo.

“Capitana” significa ser la lideresa electa de la comunidad. “El grupo Kariña siempre estuvo dominado por hombres. Antes no teníamos ni voz ni voto”, explica. La elección de Cecilia en 2013 marcó el comienzo de una transformación. El proyecto de la FAO y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) —que también tiene como objetivo aumentar la igualdad de género en el sector forestal— incide en este cambio de mentalidad, apoyando a las mujeres Kariña para que lideren activamente el desarrollo de sus territorios y la conservación de su biodiversidad.

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