La magia de los manglares
Para el medio ambiente, los manglares son una confluencia de ecosistemas oceánicos, continentales y fluviales.
Con el respaldo de la FAO y la Iniciativa sobre la pesca costera, las comunidades llevan a cabo la misión de salvar hábitats naturales como los manglares a fin de salvaguardar sus entornos locales ©FAO/Yacine Cissé
“Recolectamos ostras en los manglares para alimentar a nuestras familias y para comercializarlas. Así es como me gano la vida. Si trabajo de dos a tres días, puedo ganar dinero suficiente para cubrir mis gastos”, afirma Fatou Sarr, Presidenta del Grupo de Mujeres Transformadoras de Diamniadio, una organización cooperativa de productoras que brinda apoyo a productoras de ostras en pequeña escala.
Empresarias como Fatou tratan de salvar hábitats naturales, como los manglares ricos en especies situados en el delta del Siné‑Saloum —declarado Patrimonio Mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)— en el Senegal central. Estos entornos de biodiversidad constituyen las zonas de reproducción de los peces y especies marinas de los que dependen las comunidades locales.
“En los manglares, encontramos numerosas variedades de peces. Nosotros, los niominka, conocemos la importancia de los manglares, por eso no los destruimos”, dijo Fatou en referencia a su colectivo pesquero local constituido por personas pertenecientes al tercer mayor grupo indígena del Senegal, los niominka. Los manglares son sagrados para ellos y están comprometidos a proteger su patrimonio tanto por motivos sociales como económicos.
Más al sur del delta, los manglares tienen la misma importancia para Birama Diouf, de Foundiougne, un importante núcleo en el río Siné‑Saloum.
Más información