La emprendedora pionera que lleva la delantera en el creciente mercado de azafrán de Afganistán
La empresa de azafrán de Karima se encuentra en pleno auge, en parte gracias a la ayuda que recibe en el marco de un proyecto de la FAO.
La empresa de Karima se ocupa de todos los aspectos de la producción de azafrán, desde la recolección hasta la exportación al extranjero. ©FAO/A.Sadiqi
El azafrán: una de las especias más costosas del mundo, es conocido por su color intenso y su sabor delicado. No solo es un ingrediente esencial de muchos platos de todo el mundo, desde la paella española al koresh iraní, sino que también se utiliza en medicina y perfumería. Si bien esa versatilidad hace que la demanda mundial sea elevada, lograr que esta especia tan buscada llegue a los mercados no es tarea fácil, puesto que se produce a mano y su producción requiere una gran cantidad de mano de obra. Sin embargo, se trata de un negocio rentable para quienes se dedican a su gestión.
A pesar de los desafíos con los que han lidiado los agricultores afganos en los últimos decenios, que van desde conflictos a desastres naturales, la producción de azafrán en el país es prometedora. El clima en Afganistán es ideal para cultivar la especia, la cual se ha convertido en una de las fuentes más importantes de ingresos de los agricultores y comerciantes afganos en pequeña y mediana escala. En 2019, la producción y exportación de azafrán hizo que ingresaran al país 27 millones de USD, lo que no resulta sorprendente, considerando que hace poco se calificó al azafrán afgano como primero en el mundo por su calidad.
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