Género

Cuando las visiones de género y de negocio convergen

Agnes Rehema Chisiwa se ha convertido en una empresaria de éxito, analizando el mercado para saber qué cultivos promover y compartiendo de forma activa sus conocimientos.

©FAO/Patrick Meinhardt

24/05/2022

Nos recibe con una amplia sonrisa y su rostro está radiante de orgullo. Al ver a Agnes Rehema Chisiwa en su huerto de tomateras cuidadosamente seleccionadas y cuidadas, no cabe duda de que está orgullosa de lo que ha conseguido.

Agnes es ahora la presidenta de la escuela de campo para agricultores de Juhudi, en Kilifi Sur (Kenya). Se ha convertido en una empresaria visionaria y en una formadora dedicada que disfruta en compartir sus conocimientos con otros agricultores locales.

A través de su capacitación, se centra en el desarrollo de negocios agrícolas y prepara tanto a mujeres como a hombres para desafiar las tradiciones y costumbres locales que impiden que las mujeres reciban un trato igualitario.

“Las agricultoras nos enfrentamos a muchos retos debido a las diversas funciones que desempeñamos”, dice Agnes. “Las mujeres soportan toda la carga de las responsabilidades familiares, desde que se levantan hasta que se acuestan. Persiste la expectativa de que ellas laven los platos, limpien la casa, vayan a buscar agua al pozo, al tiempo que soportan los embarazos, asisten a reuniones escolares y cocinan para sus maridos e hijos. Además, tienen que asistir a las reuniones de la comunidad y trabajar en las granjas”.

Hasta hace unos años, a Agnes le costaba hablar abiertamente de asuntos económicos con su marido, y nunca se consultaban a la hora de tomar decisiones, lo que ocurre en muchas familias de las zonas rurales de Kenya.

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