El empoderamiento de las mujeres y sus competencias comerciales mejoran los medios de vida rurales
Una decisión empresarial audaz ayuda a una camboyana a mejorar la producción de su explotación agraria y a desafiar los roles de género

Gracias a la formación recibida de la escuela empresarial para agricultores con fines de empoderamiento de las mujeres de la FAO, Hos Salop aprendió cómo analizar las tendencias de su explotación familiar y elaborar un plan de negocio para cinco años cuya atención se centra en satisfacer la demanda local.
©FAO/Chann Tet
Los días de Hos Salop empezaban siempre muy temprano. Preparaba el desayuno para su marido y su nieto de tres años antes de trabajar en la explotación familiar en la aldea de Pongro, en el noroeste de Camboya. Recogía hortalizas, daba de comer a las gallinas y a un cerdo, limpiaba la casa y dejaba a su nieto en la escuela, todo ello antes de dirigirse a su trabajo diurno a tiempo completo como funcionaria pública y miembro del consejo de la comuna de Ta Phou. Pese a que este trabajo genera unos ingresos adicionales muy necesarios para su familia, su marido Day Deat, un pequeño agricultor, solía estar en contra de que ella lo ejerciera.
En las zonas rurales de Camboya, por tradición, resulta inapropiado que las mujeres trabajen fuera del hogar. Estas normas sociales profundamente arraigadas dan lugar a la discriminación y la marginación de las mujeres rurales, limitando su acceso a la educación, los recursos, las oportunidades de empleo y la participación en los procesos de adopción de decisiones.
Trabajando en el consejo, Salop descubrió que podía mostrarse segura y asertiva, pero se sentía incapaz de hacerlo en casa. Ante la reprobación de su marido, prefería permanecer en silencio.