Centro de inversiones de la FAO

¿Cómo se están preparando los actores de las cadenas de valor del café de Centroamérica para la nueva normativa sobre productos libres de deforestación?

Mujer cosechando cerezas de café en Guatemala.

©FAO/Santiago Billy

16/05/2025

Aproximadamente una cuarta parte del café guatemalteco y más de la mitad de las exportaciones de café hondureño se destinan a la Unión Europea. La mayor parte de ese café lo cultivan pequeños agricultores. Pero a partir de enero de 2026, los importadores de la Unión Europea deberán garantizar que el café importado, junto con otros ocho grupos de productos afectados por el reglamento no causa deforestación ni degradación forestal en su producción.

Para hacer frente a este desafío, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Banco Mundial, con el apoyo de la Asociación Nacional del Café de Guatemala (Anacafé), organizaron hoy un taller en Ciudad de Guatemala. La iniciativa tenía como objetivo debatir soluciones técnicas e identificar inversiones prioritarias para apoyar al sector cafetero centroamericano a prepararse para los requisitos de diligencia debida introducidos para los importadores europeos por el nuevo reglamento sobre productos libres de deforestación (EUDR).

El acto reunió a 65 participantes de los sectores público y privado de Costa Rica, El Salvador, Honduras y Guatemala. Además de representantes de organizaciones cafetaleras centroamericanas, asociaciones de productores, cooperativas y federaciones, exportadores e institutos de investigación, el taller contó también con representantes de la Unión Europea, instituciones financieras internacionales y organismos de la ONU.

Para Hans Jansen, Economista Agrícola Superior del Banco Mundial, el taller fue una oportunidad para conocer cómo los cuatro países exportadores de café se están preparando para la EUDR y cómo las operaciones del Banco pueden apoyar los esfuerzos de los países para producir café de forma sostenible y acceder a los mercados.

"La obligación de recopilar y gestionar información para la diligencia debida -para asegurarse de que el café se ha producido legalmente y no ha causado deforestación ni degradación forestal- se extenderá en cascada por la cadena de suministro, hasta los pequeños caficultores de estos países exportadores", afirmó. "Se necesitan formas sólidas de recopilar pruebas para garantizar que siguen teniendo acceso a este mercado tan importante y lucrativo". 

Ekaterina Krivonos, Jefa de Servicio del Centro de Inversiones de la FAO para América Latina y el Caribe, añadió que el taller permitió a las partes interesadas en el sector de café compartir sus experiencias en la identificación de soluciones técnicas accesibles y las inversiones necesarias para un café cultivado de forma sostenible y una información transparente sobre el mercado.

"Los debates examinaron los tipos de inversiones que estas partes interesadas han tenido que realizar y las que prevén en el futuro", dijo. "También se centraron en la accesibilidad y gestión de los datos, los sistemas digitales y la colaboración entre los sectores público y privado que podrían ayudar a productores, procesadores y comerciantes a generar la información a lo largo de la cadena de valor necesaria para los procesos de diligencia debida.

Mejor coordinación

Los paneles y mesas redondas del taller abarcaron todo tipo de temas, desde las lecciones aprendidas sobre el seguimiento de los bosques y el uso de la tierra hasta los sistemas de trazabilidad para evaluar las buenas prácticas y sus costes a lo largo de la cadena de valor.

Uno de los retos a los que se enfrentan los centroamericanos es la falta de bases de datos unificadas. No está muy claro cómo funcionan e interactúan los distintos sistemas digitales de recopilación y gestión de datos, cómo se verifica la calidad de los datos, a quién pertenecen y hasta qué punto son reconocidos en última instancia por los importadores y las autoridades competentes de la Unión Europea.  

Una mayor armonización de las herramientas y metodologías -para evitar la georreferenciación múltiple de la misma parcela, por ejemplo, o disponer de un método acordado para verificar el bajo riesgo de deforestación- puede aumentar la eficiencia y la eficacia de los procesos de diligencia debida para los importadores. Esto, a su vez, puede reducir los riesgos de deforestación, al tiempo que permite a los productores de café seguir accediendo a los mercados de la Unión Europea. Los participantes en el taller debatieron la importancia de la interoperabilidad de los sistemas digitales y del fomento de las infraestructuras públicas digitales para agilizar la información.

La Unión Europea y sus socios han puesto en marcha la Iniciativa Team Europe sobre Cadenas de Valor Libres de Deforestación presentada en el taller. Juntos, están apoyando a los gobiernos a crear las condiciones propicias para una acción corporativa más fuerte que minimice la deforestación, reduzca los riesgos de la cadena de valor y aumente la inversión privada. También están apoyando a los pequeños agricultores para que adopten prácticas de producción y gestión de la tierra más sostenibles, así como ayudando a las comunidades indígenas y locales a proteger sus derechos.

Asociaciones público-privadas

Las asociaciones público-privadas son fundamentales para aumentar la transparencia en los flujos de información y distribuir los costes asociados a la recopilación de datos a lo largo de la cadena de valor, con el sector público proporcionando orientación crítica, normalización y bienes públicos.

En línea con lo anterior, Klemen Gamboa, Viceministra de Seguridad Alimentaria y Nutricional (VISAN), indicó: “Sabemos que el cumplimiento de esta normativa por parte de los importadores exige más que buena voluntad: requiere inversión, tecnología, asistencia técnica, acceso a información georreferenciada y, sobre todo, una acción articulada entre todos los actores: gobierno, sector privado, cooperantes y los países de la región. Por ello, en este año, lanzaremos la actualización del estudio, Determinación de la cobertura vegetal y uso de la tierra a escala 1:50 mil de la República de Guatemala, el cual contribuirá para la planificación de las zonas productivas y podrá ser utilizado como material de referencia en el tema del Pacto Verde Europeo”. 

En tanto, Ricardo Andrés Destarac Bardales, Presidente de Anacafé, señaló: “Desde Anacafé hemos trabajado en el desarrollo de herramientas que permiten demostrar la trazabilidad del café desde su origen, incluyendo la gestión de datos respaldados por estudios geoespaciales y sistemas de información. Todo esto forma parte de una estrategia integral, alineado con las políticas sectoriales y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”.

Finalmente, Nestor Javier Meneses, Subgerente técnico del Instituto Hondureño del Café, resalta la importancia de estos espacios de intercambios de conocimientos. "Este taller nos ayudó mucho para alinear las acciones de preparación de los países productores con los esfuerzos de colaboración de organismos internacionales. Honduras ha avanzado con esfuerzos individuales de los actores de la cadena que ahora nos toca integrar en un sistema único que genere confianza en el mercado europeo", aseguró.

De cara al futuro, la FAO, en cooperación con el Banco Mundial, preparará informes posteriores al taller tanto para Guatemala como para Honduras, como seguimiento de la publicación de la FAO y el Banco Mundial publicada el año pasado. Estos análisis describirán las necesidades de inversión y los costes de producción y gestión de la información necesaria, medidas que, en última instancia, pueden aumentar la sostenibilidad y competitividad de sus sectores cafeteros.