El índice de precios de los alimentos de la FAO cae en mayo por la bajada de los precios de los cereales, el azúcar y los aceites vegetales

Recolectando maíz en Kenia.
©©FAO/Luis Tato
Roma – La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) informó el viernes de que el indicador de referencia de los precios mundiales de los productos alimenticios había caído en mayo debido a que los pronunciados descensos en las cotizaciones internacionales del maíz y el aceite de palma habían contrarrestado los precios de la mantequilla y la carne de bovino, históricamente elevados.
El índice de precios de los alimentos de la FAO, que hace un seguimiento mensual de los precios internacionales de un conjunto de productos alimenticios comercializados a escala mundial, se situó en mayo en un promedio de 127,7 puntos, es decir, un 0,8 % menos que en abril, si bien se mantuvo un 6,0 % por encima de su nivel de hace un año.
El índice de precios de los cereales de la FAO disminuyó en mayo, en un 1,8 % desde abril y ubicándose un 8,2 % por debajo de su nivel de mayo de 2024. Los precios mundiales del maíz disminuyeron bruscamente, a raíz de las buenas cosechas y la gran disponibilidad en la Argentina y el Brasil, así como a raíz de las expectativas de una cosecha sin precedentes en los Estados Unidos de América. Los precios mundiales del trigo disminuyeron debido a la mejora de las condiciones de cultivo en el hemisferio norte, mientras que el índice de precios de la FAO para todos los tipos de arroz aumentó un 1,4 % en mayo, impulsado por la firme demanda de variedades aromáticas, la subida de los precios del arroz índica y las fluctuaciones monetarias.
El índice de precios de los aceites vegetales de la FAO disminuyó un 3,7 % desde abril y se registraron descensos en las cotizaciones de todos los aceites principales. Los precios internacionales del aceite de palma disminuyeron notablemente debido sobre todo al aumento estacional de la producción y de las disponibilidades en Asia sudoriental; los precios mundiales del aceite de soja se vieron afectados por el aumento de la oferta en América del Sur y la atonía de la demanda de materia prima para la producción de biocombustible; los precios del aceite de colza cedieron a causa de las mejores perspectivas de la oferta en la Unión Europea, mientras que los del aceite de girasol cayeron por el debilitamiento de la demanda mundial de importaciones y la menor competitividad de los precios.
El índice de precios del azúcar de la FAO disminuyó un 2,6 % en mayo ante la preocupación por la incertidumbre de las perspectivas económicas mundiales, la posible mayor debilidad de la demanda de las industrias de elaboración de bebidas y alimentos y las expectativas de una recuperación de la producción mundial en la próxima campaña.
El índice de precios de la carne de la FAO aumentó un 1,3 % respecto de su nivel revisado de abril, como resultado del aumento de las cotizaciones de las carnes de ovino, cerdo y bovino, siendo que esta última alcanzó un nuevo máximo histórico. Por el contrario, bajaron los precios de la carne de aves de corral, impulsados por el descenso de las cotizaciones en el Brasil, donde la detección de gripe aviar altamente patógena en una explotación comercial a mediados de mayo hizo que varios de los principales países importadores impusieran prohibiciones a la importación, lo que tuvo como consecuencia una oferta excedentaria.
El índice de precios de los productos lácteos de la FAO subió un 0,8 % en mayo, con la fuerte demanda de Asia que mantuvo los precios internacionales de la mantequilla en máximos históricos y estimuló la subida de los precios del queso y la leche entera en polvo.
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La oferta y la demanda de cereales en el próximo año
La FAO también publicó el viernes una nueva Nota informativa sobre la oferta y la demanda de cereales, en la que se prevé una producción mundial de cereales sin precedentes de 2 911 millones de toneladas en 2025, es decir, un aumento del 2,1 % respecto de 2024.
Se prevé que la utilización mundial de cereales aumentará un 0,8 % en 2025/26 y ascenderá a 2 898 millones de toneladas. El consumo mundial de cereales como alimento crecerá un 0,9 %, mientras que el uso de piensos aumentará un 0,5 %.
Dado que está previsto que la producción de cereales superará la utilización, se prevé que las reservas mundiales de cereales aumentarán un 1,0 % en 2025/26 y ascenderán a 873,6 millones de toneladas, con lo que registrarán una recuperación parcial de la contracción del año anterior. Sobre la base de los pronósticos actuales, el coeficiente reservas-utilización de cereales a escala mundial debería mantenerse mayormente estable en un 29,8 %.
Asimismo, se prevé que el comercio mundial de cereales repuntará en un 1,9 % en 2025/26 y se ubicará en 487,1 millones de toneladas, con un aumento del 3,8 % del comercio de trigo que compensará la contracción del 0,7 % del de arroz.
En la nota también se han actualizado las cifras relativas a las estimaciones sobre la producción, las reservas y el comercio correspondientes a la campaña de comercialización de 2024/25.
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En el informe Perspectivas alimentarias de la FAO, que se publicará el 12 de junio, se ofrecerá un análisis más detallado de los mercados mundiales de cereales y de otros productos alimenticios básicos.
También el Sistema de información sobre el mercado agrícola (SIMA), que alberga la FAO, publicó el viernes su boletín mensual sobre el mercado, Market Monitor. Además del análisis periódico de mercado, la nueva edición incluye un artículo sobre los efectos de los factores climáticos en el rendimiento del maíz en todo el mundo, en el que se insiste sobre la importancia de los análisis regionales. En él se señalan importantes variaciones de los rendimientos en África austral, Europa oriental y la India que guardan relación con el clima, mientras que en China y los Estados Unidos de América, que representan conjuntamente la mitad de la producción mundial de maíz, los rendimientos son más estables.