Según los criterios del PCT aprobados por los órganos rectores de la FAO, la asistencia del Programa “debe dar lugar a productos y resultados claramente definidos de los que se deriven efectos concretos a gran escala. Deberá tener efectos catalizadores o multiplicadores, tales como el aumento en la movilización de fondos gubernamentales, de donantes o de inversión.”

Se considera que los proyectos del PCT tienen un efecto catalizador cuando se obtienen uno o varios de los siguientes resultados:

• Financiación complementaria procedente del gobierno, fuentes bilaterales o multilaterales, inversiones o financiación mediante préstamos, la cooperación Sur-Sur o apoyo en especie para ampliar las actividades.
• Mejoras en los sistemas agroalimentarios que conduzcan a su mayor difusión y adopción.
• Mejora y fortalecimiento duraderos de las capacidades institucionales.
• Solución oportuna de necesidades de importancia crítica (por ejemplo, intervenciones en situaciones de emergencia o proyectos de mitigación de emergencias, preparación para enfrentarlas o formulación de las intervenciones).
• Cambios normativos, jurídicos y reglamentarios que faciliten el desarrollo del sector agrícola en general y otros sectores conexos.
• Formas de colaboración mejoradas en los planos regional e internacional que tengan beneficios y un valor claros en los distintos países.

En la evaluación del PCT de 2020 se recopilaron y clasificaron 272 ejemplos de proyectos del PCT que habían logrado una variedad de efectos catalizadores. Pulse en los siguientes enlaces para consultar el informe

Por lo general, dado su alcance, los proyectos del PCT solo pueden generar productos, mientras que para obtener resultados es necesario que la asistencia esté integrada en iniciativas o programas prioritarios dotados de recursos suficientes. A continuación se citan algunos ejemplos del uso programático del PCT:

• Subsanar deficiencias técnicas críticas en iniciativas en curso que formen parte del Marco de programación del país o del Marco de Cooperación de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible y sean esenciales para el éxito del programa en conjunto.
• Apoyar la formulación de programas o proyectos (por ejemplo, donantes bilaterales, Fondo para el Medio Ambiente Mundial, Fondo Verde para el Clima), aunque la financiación resultante no se canalice a través de la FAO.
• Proporcionar cofinanciación cuando así lo requieran los donantes (por ejemplo, la Unión Europea).

En todos los casos, ello entraña la aportación de conocimientos especializados, mayormente mediante consultores, para complementar la capacidad técnica de la FAO. El objetivo principal es subsanar las deficiencias técnicas, más que las financieras.

A medida que la FAO elabore y ponga a prueba el enfoque relativo a la cartera y se actualicen los flujos de trabajo conexos del ciclo de programas y proyectos, se pondrá de relieve la función catalizadora y de apoyo técnico que puede desempeñar el PCT y se fortalecerán las capacidades conexas para su estratégico y flexible.