Manejo de manglares

© Unsplash/Joel Vodell

Ecología

Los manglares son bosques halófitos perennifolios que se encuentran en ambientes intermareales en la interfaz tierra-mar. Crecen en latitudes tropicales y subtropicales en zonas a lo largo de costas protegidas, lagunas de aguas poco profundas, estuarios, ríos y deltas, principalmente sobre sustratos blandos. Los ecosistemas de manglares representan una interfaz entre las comunidades terrestres y marinas, que reciben aportes diarios de agua del océano y, a menudo, agua dulce, sedimentos, nutrientes y depósitos de limo de los ríos de las tierras altas.

El término “manglar” describe tanto el tipo de ecosistema como el grupo de plantas leñosas con adaptaciones fisiológicas y morfológicas especializadas para vivir en ambientes intermareales (Tomlinson, 1986). Estas adaptaciones incluyen raíces aéreas para respirar y anclarse en sustratos fangosos anegados; la capacidad de resistir a la salinidad (por ejemplo, mediante la exclusión de la sal en las raíces y la eliminación del exceso de sal mediante excreción); propágulos adaptados a la dispersión por mareas (es decir, semillas vivíparas); y mecanismos de retención de nutrientes altamente eficientes (Ball, 1988; Hogarth, 2015).

La estatura y la composición de los manglares varían según el clima, la salinidad, la topografía y las características edáficas de la zona en la que crecen. Los bosques de manglar pueden presentarse como parches aislados de árboles enanos atrofiados en condiciones de salinidad muy alta o perturbadas y, en sitios más favorables, como bosques frondosos con copas que exceden los 40 m de altura.

La mayoría de las especies de manglares tiene una amplia distribución, si bien algunas presentan zonas de distribución restringidas. La mayor diversidad de especies se encuentra en el Sur y Sudeste Asiático, con centros de menor diversidad en el sur de América Central y el Océano Índico occidental (Spalding et al., 2010). La diversidad de los manglares disminuye rápidamente en los límites geográficos de su crecimiento en las zonas subtropicales y áridas, donde a menudo aparecen como árboles pequeños. Sin embargo, estas zonas de manglares aún pueden desempeñar funciones esenciales para la población local.

Los manglares son los hábitats de una gran variedad de especies. Una razón de esto es la diversidad de la estructura del hábitat que proporcionan los manglares en la interfaz tierra-mar. Además del hábitat acostumbrado del dosel y la estructura de raíces subterráneas de un ecosistema forestal, las complejas estructuras de raíces (los neumatóforos son raíces aéreas) sobre el suelo que se inunda durante las mareas altas proporcionan un lugar utilizado por muchos peces y otras especies marinas como hábitat y zona de cría.

Una variedad de especies marinas, incluidas especies amenazadas, se sienten atraídas hacia los bosques de manglar por la alta disponibilidad de alimentos, el agua más fría con mayor contenido de oxígeno y el refugio que brindan. Asimismo, varios mamíferos y reptiles viven, se alimentan o cazan en ecosistemas de manglares, incluido el tigre de Bengala (Panthera tigris tigris), en peligro de extinción, que vive en el ecosistema de manglares de Sundarbans en la India y Bangladesh. Además, varias especies de aves migratorias también utilizan los manglares como lugares de invernada y descanso a lo largo de sus rutas migratorias. Los manglares también proporcionan un hábitat clave y sustentan una serie de especies de aves endémicas, de distribución restringida y migratorias.

Referencias

Ball, M.C. 1988. Ecophysiology of mangroves. Trees, 2: 129–142.
Hogarth, P.J. 2015. The biology of mangroves and seagrasses. Oxford University Press.
Spalding, M., Kainuma, M. & Collins, L. 2010. Atlas mundial de los manglares. . Londres, Washington, DC, Earthscan.
Tomlinson, P.B. 1986. The botany of mangroves. Cambridge University Press.Cambridge, UK,

Recursos
Mangrove Restoration Potential - A global map highlighting a critical opportunity

La restauración de los bosques de manglar es posible y ya se ha emprendido en muchos entornos, pero esos esfuerzos han sido poco sistemáticos y muchos han fracasado. Esta publicación describe los hallazgos de un esfuerzo completamente nuevo para localizar y mapear, a escala mundial, los lugares donde se pueden restaurar los manglares y calcular los beneficios potenciales de dicha restauración.